domingo, 9 de noviembre de 2008

Nunca fui un dragon

Los Dragon Bronx (Dicho así, sin tilde en dragon, de Dragon Ball la serie de Akira Toriyama con Son-Goku, etc... y Bronx por aquellos del Bronx de Nueva York y su fama de barrio duro...) era el equipo de mis amigos en el instituto (¡Qué bonito!¡Tenías amigos!) y nunca fui miembro (No me extraña) Yo jugaba siempre con ellos al baloncesto, pero no los partidos oficiales los de la liga del instituto, que me coincidían con las clases de inglés. Justo cuando salía (mis clases eran al lado) llegaba para ver un espectáculo completamente diferente cada vez, ganaban por 20 puntos, perdían de 3, defensa al hombre, mixta, incluso una arriesgadísima zona 3-2 contra tiradores (Un pivot podía destrozarte si no defendías bien abajo, aunque hacías un super contraataque y era muy difícil que te clavasen un triple) eso sí, había un factor común en todos los partidos,siempre había una bronca, ya fuese dentro o fuera del equipo.
Pues es el caso es que nunca fui oficialmente un miembro, de hecho no disputé nunca un partido con ellos, con lo que me quité mucho "puteo" de encima (Pues mira que bien), porque buena le caía al que la cagaba con la bola (Y todos sabemos lo que hubieras hecho) Aunque dada la amistad que tenemos, me da igual. Pero hay dos cosas que aprendí viendo aquello y que espero que no se me olviden nunca.

Una cosa es la diferencia entre dentro y fuera de la pista. Podías pelearte todo lo que quisieras dentro de la pista, pegarte codazos y cosas así, pero después, conforme salías, lo olvidabas todo, o por lo menos no lo llevabas o intentabas llevarlo al plano personal. Conozco gente de otros equipos que dejó de jugar porque todo lo que se le decía lo llevaba al terreno personal, si continuamente te rascas una herida, nunca se cierra. Si alguien te dice algo, si lleva razón, pues vale, quizás pueda ser más considerado, y si no la lleva, o en realidad no tiene nada que ver contigo, olvídalo.

La otra cosa es que no importaba que fueses malo, pero no había excusa para no "echarle huevos." Si eres lento, puedes correr, aunque el otro corra más, si eres torpe, tienes que intentar quitarle la bola, aunque ni siquiera sepas que ya ha dado un pase, si no tienes puntería o no sabes colocarte, no falles el tiro y no vayas a estorbar (¿Y si eres tonto?) Puedes ser cualquier cosa, pero, ¿no intentarlo? ¿no esforzarte? No hay excusa para eso (¿No?) Al final todo sale. Nunca dejes de intentarlo.

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